El futuro llego hace rato, predijo solari una vez, y bendijo desde un escenario a dos almas que andaban buscandose. Dos melenas bien oscuras y una que otra pinchadura. Nada que un par de besos no pudieran remendar.
Pura escuela de tablones, Avellaneda y bajo Flores, tiros libres de Pipo y Ruben Paz. Otro tabaco encendido para un cuento bien parido. Otro bondi que ellos dejan escapar
Aprendiendo poco a poco, dando al tiempo su lugar, disfrazandose de locos a ojos de todos los demas. Sin darse nunca la espalda, leyendo del corazon, que empatar puede significar que ganen dos.
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